Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

El Sr. Presidente del Consejo de Ministros (Sagasta): El Sr. Elduayen acaba de decir que su principal objeto al levantarse a hablar esta tarde ha sido dar las gracias al Sr. Duque de Tetuán, con lo cual demuestra que a lo demás que ha tratado no le da la importancia que al agradecimiento al Sr. Duque de Tetuán, porque comprende la exageración con que ha expuesto aquí sus argumentaciones; porque exageración ha habido en todo cuanto ha dicho, empezando por la manera como ha interpretado S.S. mis palabras. ¿Es acaso ofensa decir que el partido conservador ha tenido desprendimientos? ¿Es motivo éste para que el Sr. Elduayen se haya levantado hecho un basilisco? ¡Apenas tiene S.S. delicada la epidermis! (El Sr. Marqués del Pazo de la Merced: La tengo siempre que se dicen cosas que no son exactas). Pues sí, señor, ha tenido desprendimientos. ¿No fue un desprendimiento el del Sr. Posada Herrera, que desde la Presidencia del Congreso salió del partido conservador? ¿No fue desprendimiento el de S.S. cuando, siendo gobernador civil de Madrid, el jefe del partido conservador arrojó a S.S. de aquel puesto, relevándole de él? (El Sr. Marqués del Pazo de la Merced: ¿Y qué tiene que ver eso con el desprendimiento del partido, cuando sabía que yo presentaba la dimisión?) Pues no estaría S.S. muy bien con su jefe, cuando ese jefe se vio obligado a relevarle del cargo de gobernador de Madrid, nada menos que en vísperas de unas elecciones. Y el Sr. Bugallal, y otros muchos de los que ayudaron al partido conservador y al Sr. Cánovas del Castillo a hacer la Constitución, ¿no le abandonaron así que la Constitución se hizo, y sin embargo continuó en el poder? (El Sr. Marqués del Pazo de la Merced: No eran conservadores). Pero estuvieron con el Sr. Cánovas en la primera etapa de su gobierno, y luego se marcharon. (El Sr. Marqués del Pazo de la Merced: En seguida que se hizo la Constitución).

El Sr. Cánovas del Castillo ¿no contaba con esos elementos para gobernar, y no gobernó con ellos durante dos años, y al cabo de ese tiempo le abandonaron? (El Sr. Marqués del Pazo de la Merced: Para hacer la Constitución llamó a todos, e incluso a S.S.) Pero, en último resultado, ¿no le ayudaron a gobernar por espacio de algún tiempo? (El Sr. Marqués del Pazo de la Merced: No eran del partido conservador; también nosotros ayudamos a S.S. y no pertenecemos a su partido). ¡Qué no hubo desprendimientos! ¿Dónde está la prueba? ¿Hay motivo para cuanto ha dicho S.S., tomando como pretexto mis palabras? ¿He podido estar más generoso con el partido conservador, generosidad que jamás habéis tenido vosotros para el partido liberal? Su señoría ha citado al partido conservador como ejemplo que debía seguir el partido liberal. (El Sr. Marqués del Pazo de la Merced: Y ha dado ejemplo con hechos, no con palabras). ¡Venir aquí a poner al partido conservador como ejemplo para el partido liberal! Vamos, Sr. Marqués del Pazo de la Merced, no se haga S.S. ilusiones. El partido liberal no necesita los ejemplos del partido conservador, porque los que ha dado hasta ahora han sido detestables. Algunos mejores ha dado el partido liberal al partido conservador. (El Sr. Marqués del Pazo de la Merced: Cite S.S. alguno). Todos.

Por lo demás, no el partido conservador, sino el Sr. Bosch, se ha propuesto dar unas cuantas conferencias. No deja de gustarme eso de que el Sr. Bosch se proponga ser el catedrático que dé conferencias en el Senado. En hora buena. Las oiremos. Lo que no sé es si como conferencias tendremos libertad para contestarlas, porque no sé que puedan contestarse en los Ateneos, Academias y cátedras, donde suelen ofrecerse esas conferencias.

Si el Senado, si los Sres. Senadores son tan modestos que quieren oír atentamente las conferencias del Sr. Bosch, tanto mejor para el Sr. Bosch, porque obtendrá un honor nunca conocido hasta ahora en este país. Por lo demás, si se pueden contestar esas conferencias, tendrán su contestación cumplida; y entonces verá S.S. cómo no es exacto nada de cuanto ha asegurado esta tarde respecto al Ayuntamiento de Madrid; porque, ni respecto al Ayuntamiento de Madrid, ni respecto a nada, puede darnos el partido conservador ejemplos que seguir. Conste eso para cunado el señor conferenciante tenga a bien dignarse ofrecernos esas conferencias; nosotros estaremos presentes, si es que el Senado le otorga esa gracia, y según lo que se diga en esas conferencias, o de otra manera que no sé si consentirá el Reglamento. De cualquier [704] modo, sepa el Sr. Elduayen que en ningún caso ha de faltar contestación. [705]